La vicepresidenta y diputada de Igualdad, Patricia Puerta, considera que hay que dar batalla a la desinformación sexual entre la juventud
La Diputación de Castellón ha hecho este 25N especial hincapié en la prevención del abuso sexual y el maltrato contra las mujeres desde edades tempranas. En concreto, el área de Igualdad se ha centrado en analizar con el alumnado adolescente la representación “distorsionada y vejatoria” que se hace de la mujer en la industria pornográfica actual a través de una serie de coloquios impartidos por el grupo ‘Towanda Rebels’.
Estas conferencias se han llevado a cabo esta semana en tres centros de educación secundaria ubicados en Borriana, l'Alcora y Vilafranca. La vicepresidenta y diputada de Igualdad, Patricia Puerta, promotora de esta iniciativa, ha afirmado que “la prevención es siempre la mejor cura, por eso hemos decidido este año poner el foco y todos los medios necesarios para lidiar contra la desinformación sexual con información de calidad en las aulas”.
Puerta considera que “la pornografía no puede sustituir a la educación sexual” y que hay que concienciar sobre que lo que se ve a través de la pantalla, en su mayoría, “no es una representación real de las relaciones sexuales”. En este sentido se ha referido a que “no podemos permitir que nuestros hijos e hijas maduran sexualmente teniendo como referencia patrones totalmente machistas en los que la mujer es un objeto al servicio del hombre. Lo tienen que hacer interiorizando que el sexo es cosa de dos y tiene que depender de la comunicación de las dos personas que participan”.
Las ‘Towanda Rebels’ se han ocupado de charlar de forma distendida con el alumnado de los tres institutos y de transmitir este mensaje para evitar que acaben construyendo unas creencias sexuales erróneas que les generen unas expectativas que puedan hundir su autoestima o, en los peores de los casos, derivar en actitudes machistas”.
Esta iniciativa ha nacido este año después de constatar a través de estudios elaborados a nivel estatal el aumento desmesurado desde el inicio de la pandemia del visionado de material pornográfico, que ya se sitúa a partir de los 12 años de edad. Además, sigue los preceptos marcados por el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, también conocido como Convenio de Estambul de 2011.